La Tierra además de su movimiento orbital alrededor
del Sol, tiene un movimiento de rotación alrededor de su eje. Por tanto, el
momento angular total de la Tierra es la suma vectorial de su momento angular
orbital y su momento angular de rotación alrededor de su eje.
Por analogía, un electrón ligado a un átomo también
gira sobre sí mismo, pero no podemos calcular su momento angular de rotación
del mismo modo que calculamos el de la Tierra en función de su masa, radio y
velocidad angular.
El
espín proporciona una medida del momento angular intrínseco de toda partícula.
En contraste con la mecánica clásica, donde el momento angular se
asocia a la rotación de un objeto extenso, el
espín es un fenómeno exclusivamente cuántico, que no se puede relacionar de forma
directa con una rotación en el espacio. La intuición de que el espin
corresponde al momento angular
debido a la rotación de la partícula en torno a su propio eje sólo debe tenerse
como una imagen mental útil, puesto que, tal como se deduce de la teoría
cuántica relativista, el espín no tiene una representación en términos de
coordenadas espaciales, de modo que no se puede referir ningún tipo de
movimiento. Eso implica que cualquier observador al
hacer una medida del momento angular detectará inevitablemente que la partícula
posee un momento angular intrínseco total, difiriendo observadores diferentes
sólo sobre la dirección de dicho momento, y no sobre su valor (este último
hecho no tienen análogo en mecánica clásica).
Los
dos físicos, Goudsmit y Uhlenbeck, en 1926, descubrieron que, si bien la teoría
cuántica de la época no podía explicar algunas propiedades de los espectros atómicos, añadiendo un número
cuántico adicional, el "número cuántico de espín", se lograba dar una
explicación más completa de los espectros atómicos. Pronto, el concepto de
espín se amplió a todas las partículas subatómicas, incluidos los protones,
los neutrones y
las antipartículas.
Propiedades del espín
Como propiedad
mecanocuántica, el espín presenta una serie de cualidades que lo distinguen del
momento angular clásico:
- El valor de espín está cuantizado, lo que significa que no pueden encontrarse partículas con cualquier valor del espín, sino que el espín de una partícula siempre es un múltiplo entero de (donde es la constante de Planck dividida entre , también llamada constante de Dirac).
- En concreto, cuando se realiza una medición del espín en diferentes direcciones, sólo se obtienen una serie de valores posibles, que son sus posibles proyecciones sobre esa dirección. Por ejemplo, la proyección del momento angular de espín de un electrón, si se mide en una dirección particular dada por un campo magnético externo, puede resultar únicamente en los valores o bien ..
- Además, la magnitud total del espín es única para cada tipo de partícula elemental. Para los electrones, los protones y los neutrones, esta magnitud es, en unidades de , siendo .. Esto contrasta con el caso clásico donde el momento angular de un cuerpo alrededor de su eje puede asumir diferentes valores según la rotación sea más o menos rápida.
En un principio la explicación lógica era pensar en un giro físico de las partículas que originaría el momento observado, pero la explicación correcta era la introducción de un número cuántico adicional con sólo dos valores posibles, +1/2 h y -1/2 h. Realmente el espín es una propiedad puramente cuántica que se manifiesta como un giro, con su momento correspondiente asociado. No es físicamente un giro de la partícula.Así, el llamar a las variables como "fantasmas" es una manera de explicar que no son más que imágenes específicamente imaginarias, a pesar de poder ser calculadas, el resultado sólo podrán ser valores posibles y estas no dejan de ser tan sólo una imagen gráfica en nuestra mente, ya que no tienen lugar en el tiempo y el espacio reales.
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